Claves para convertir tu hogar en un espacio idóneo para practicar yoga

21/06/2017 - actualizado el 23/01/20195 min
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Si alguna vez te has planteado hacer yoga, pero no tienes el tiempo suficiente para ir a clases de esta disciplina milenaria que cultiva tanto el cuerpo como la mente, ¿por qué no pruebas a hacerlo en tu niños? Ya, no cuentas con un espacio idóneo para practicarlo, ¿verdad? ¡No pasa nada! Gracias a los consejos que vas a leer a continuación podrás convertir cualquier rincón de tu casa en un sitio ideal para practicar esta disciplina que cada vez atrae a más gente.

En una sociedad cada vez más ajetreada, contar con un espacio para practicar yoga en casa se convierte en una gran opción. Gracias a los numerosos beneficios que reporta esta práctica podrás relajarte cada día y dejar de lado aquellos problemas que te preocupen. Al mismo tiempo, también será una oportunidad única para disfrutar de uno mismo para recargar energías para afrontar el siguiente día.

Ambienta tu hogar: decora tu habitación

En primer lugar, necesitas que la habitación en la que vayas a practicar yoga esté aireada. Dado que no vas a llevar acabo esta actividad en la playa o la montaña, escoge una habitación que cuente con ventilación para que, a la hora de hacer ejercicio, la energía pueda fluir por todo el cuerpo.

Una vez hayas seleccionado la habitación en la que vas a practicar yoga (recuerda, que cuente con una ventilación apropiada), ha llegado la hora de seleccionar el tipo de luz que necesitamos. Si lo que buscas es recargar las pilas de una forma más armónica con la naturaleza, te recomendamos que practiques yoga con luz natural. Si por el contrario deseas relajarte a cualquier hora del día, una luz artificial tenue tamizada por un pañuelito o unas velas te ayudarán a conseguir un escenario ideal.

Desde el ruido hasta el aroma

A continuación, deberás tomar una dura decisión. ¿Cómo quieres hacer yoga? ¿Con música o sin ella? En caso de que seas de los que prefieren tener un relajante sonido a su lado, te recomendamos que optes por sonidos relajantes como el de la lluvia o la tormenta, entre otros. No dudes en buscar también sesiones de relajación con sonidos de animales como las ballenas, por ejemplo.

Lo mismo sucede con el aroma. Si te gusta practicar el yoga con un dulce aroma, aprovecha y rodéate de velas aromáticas, incienso, aceites esenciales o una infusión. Esto favorecerá a tu concentración. Por último, determina la posición en la que vas a practicar esta disciplina. Recuerda que es recomendable practicar yoga hacia la dirección en la que sale el sol. Gracias a ello podrás recibir toda la energía y calor del sol, algo que te vendrá genial para relajarte.

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